El objetivo de este proyecto fue convertir unos antiguos bancales
de olivar abandonado, en una zona ajardinada. Al realizar esta actuación hemos
establecido dos criterios fundamentales:
- Favorecer la conexión desde la
fuente del lentisco para que conecte con una calle que se prevé construir en
un futuro según el plan de urbanismo municipal.
- Mantener la esencia agrícola en
la zona verde, y dar a conocer la importancia del tradicional cultivo de
olivar, ya que es uno de los principales motores económicos de la localidad.
Lo primero que se hizo fue desbrozar el área de trabajo ya que era inaccesible y nos impedía
observar la situación real del terreno (pedregosidad, desniveles, obstáculos,
etc.).
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ANTES |
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DESPUÉS |
Esto nos ayudó a
decidir qué camino sería el más idóneo para conectar los tres bancales y que, a
su vez, fuese el camino más natural y cómodo para dirigirse a la calle
proyectada.
Se decidió
la construcción de unas escaleras de obra que conectasen el segundo y tercer
bancal, ya que el desnivel es muy acusado entre ellos; mientras que el segundo
y primer bancal estarían conectados mediante un vial de suave pendiente.
Las
siguientes decisiones, en cuanto al diseño, fueron restaurar los muros de
piedra seca deteriorados, creación de tres jardineras de piedra seca, la
creación de un muro de mampostería, cuya
función principal es estabilizar el talud existente entre nuestra zona de
trabajo y el camino de la fuente del lentisco y realizar el correspondiente
cerramiento del jardín.
Respecto a los elementos vegetales, se decidió mantener
los olivos realizándoles una poda con finalidad ornamental y utilizar para
complementar con las especies de plantas aromáticas, de uso culinario y/o medicinales.
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La primera acción fue limpiar de escombros la zona y seguidamente nivelar el suelo, crear la rampa
que conecta el bancal 1 y 2 y eliminar la tierra necesaria para poder instalar
las traviesas que marcarían el vial que conecta las escaleras de acceso al
jardín con las futuras escaleras que conectarían el bancal 2 y 3.


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A continuación,
aprovechado la gran cantidad de piedras que encontramos en nuestra área de
trabajo, realizamos el muro de mampostería. Durante la construcción de este,
intentamos integrar en él rocas de gran tamaño que confieren un valor estético
singular. Y con el fin de aprovechar estas singularidades del terreno, se
modificó el diseño del muro y se creó un banco de piedra y madera a pie del
muro. Este banco, permite los vecinos y visitantes de Vall de Almonacid
descansar tranquilamente en el jardín contemplando los pinares y olivares del
pueblo. Esta actuación fue llevada a cabo gracias al trabajo de los dos equipos
del taller de empleo.



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Mientras se
construía el banco y se coronaba el muro, el equipo de albañilería comenzó la
construcción de las escaleras de obra. Para la realización de dicha escalera se
empezó realizando una excavación para realizar un zuncho con hormigón armado,
en el cual posteriormente se realizó un muro de bloques de hormigón para crear
una zona en el cual apoyaría una parte del encofrado necesario para realizar la
correa de hormigón armado. Tras esto se procedió a formar los escalones.

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Una vez se podía subir y bajar bien se empezó a revestir con loseta
de piedra amarilla el muro de bloques de hormigón. Por ultimo se procedió a
revestir los escalones con hormigón impreso para dejar una terminación rugada
para darle seguridad y que no resbalen.
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De forma
simultánea, el equipo de jardinería construyó dos de las jardineras de piedra y
restauró los ribazos de piedra seca deteriorados. Con el fin de no molestarnos
a la hora de trabajar, se pospuso la construcción de la última jardinera, que
era la más grande, hasta que la estructura de la escalera estuviese acabada.
Una vez, la estructura principal, estuvo acabada, se prosiguió con la construcción
de la última jardinera y de la restauración del ribazo continuo a la escalera.
En esta zona, se decidió construir una jardinera más con la finalidad de
integrar la escalera con el antiguo ribazo y aprovechar una oquedad con fines
decorativos.

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De forma simultánea
a estos dos trabajos, el equipo de jardinería podó los olivos, y eliminó las
especies arbóreas que no tenían interés para el diseño. Debido al tamaño de los
olivos, su edad y las condiciones meteorológicas excepcionales que hemos tenido
este año, se decidió hacer este trabajo en dos tiempos. Con esto evitamos
acumular una gran cantidad de materia combustible procedente de los restos de
la poda. Estos restos de poda fueron triturados
en su mayor parte, y se usó para crear un acolchado natural en diversos
jardines de la localidad. Como se ha indicado anteriormente, se decidió hacer
una poda agresiva en los ejemplares de
olivo, con la finalidad estética, estilo
oriental.



Cuando se acabó la
poda, se emprendió la construcción de los viales. Existen dos tipos de vial,
muy diferentes pero conectados entre ellos. El primero es un vial de traviesas
y el segundo un camino de piedra. Para la colocación de las traviesas se hizo
una cimentación de hormigón que, con la ayuda de unos clavos colocados a
modo de garra, nos permitió fijar las
traviesas al suelo y evitar que se movieran. Estas traviesas fueron colocadas a
nivel y siguiendo el trazado que une las escaleras nuevas con las de acceso al
jardín. Luego se rellenaron los huecos con tierra manteniendo un nivel cómodo
para la pisada. El camino empedrado, fue
realizado por el equipo de albañilería.
Para la realización de este trabajo se
comenzó rebajando el terreno para colocar los primeros metros con
traviesas. Para finalizar el camino también se realizaron los últimos metros
del camino. La finalidad de hacerlo así, no era otra que integrarlos
estéticamente con el diseño.

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Tras
estas se colocó la primera del otro extremo para así saber que pendiente
teníamos y poder realizar un rebaje en el terreno para hacer una
losa de hormigón sobre la cual se podría colocar la loseta de piedra amarilla. Una
vez finalizados estos trabajos se terminó de colocar las traviesas superiores.


Mientras se
trabajaba realizando los viales, una parte del personal de jardinería empezó a
instalar los cerramientos del jardín, empezando por el bancal 3 y 2 y dejando
el bancal 1 para el final.
Para realizar el cerramiento se han elegido postes circulares de 7cm de diámetro de madera tratada en autoclave. Para la
colocación de los postes se realizó una cimentación de hormigón. Luego se
montaron las vallas horizontales en dichos postes. Por razones de seguridad
este cerramiento se puso a una distancia de 60cm de distancia con el
borde de los ribazos. Con el fin de armonizar el diseño, también se usó este
tipo de vallado para crear la barandilla de las nuevas escaleras. Esta tarea no se realizó hasta que las escaleras no estuvieran
completamente acabadas.
Posteriormente, se
rellenaron las jardineras de tierra y se plantaron en ellas especies aromáticas
como ajedrea, mejorana, poleo menta, romeros, cilantro, etc. También se
instalaron borduras de madera para delimitar zonas con elementos vegetales.
Con el fin de
decorar y además dar a conocer cómo eran las almazaras antiguas, un vecino donó para el jardín una antigua piedra de molino y su correspondiente ruejo.
Con el fin de destacar estos elementos de gran valor se decidió crear una base
circular empedrada que además armonizara con el camino que también está empedrado.
Para la realización de este
círculo se comenzó colocando una piqueta donde se quería realizar esta zona y se
continuó marcando el circulo para rebajar la tierra y así poder realizar una losa
de hormigón en la cual poder comenzar a apoyar lar piedras que comenzarían a
formar el basamento, el cual sería realizado con las piedras donadas procedentes de un molino. Una vez conformado el circulo
y dado el visto bueno de su colocación se rellenaron y agarraron las piedras.
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Seguidamente, se empezó a colocar loseta amarilla alrededor del basamento y en su
interior, realizando una rosa de los vientos con ladrillos macizos manuales y
loseta de piedra blanca.

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Una vez todo terminado, limpio y bien fraguado, se procedió a
introducir el ruejo en el interior con la ayuda de un camión grúa.
Al lado del
ruejo, se ha instalado un pequeño techado con dos paneles educativos. El primero explica el
antiguo proceso de elaboración del aceite, cuando se usaba este ruejo. El segundo aporta información sobre la variedad de olivos serrana de
Espadán, que además de tener un interés productivo por la calidad de su aceite,
tiene un interés ecológico por ser un endemismo de la Sierra de Espadán.
Finalmente se procedió al plantado del resto de plantas y otros elementos no vegetales que
decoran el jardín, romeros entre el vallado y el ribazo,
tomillos en la pared de las antiguas escaleras, un jazmín, donado por una
vecina del pueblo, lavandas, salvias y
laureles distribuidos estratégicamente entre los bancales 2 y 3. La jardinera de mayor tamaño dispone de un hibisco, donado por otra
vecina, y diversos durillos y phoetinias. Estos últimos, intentan crear un impás con el estilo de los
jardines pre-existentes en el área de la fuente del lentisco, y la parcela ajardinada.
En cuanto a los elementos no vegetales, con función
decorativa, se han ubicado 4 lebrillos utilizados antiguamente para la matanza
del cerdo, donados por otro vecino del pueblo.

Para finalizar,
se ha realizado la instalación de riego programado a goteo para así optimizar el uso
de los recursos hídricos en medida de los posible.