
Estas
últimas semanas hemos estado remodelando tres zonas verdes del pueblo
ajardinadas previamente que tenían un aspecto descuidado y a la vez
desagradable por diversos factores externos.
La
primera y más urgente de todas la Era de San Marcos, ya que una colonia felina
muy próxima había hecho estragos en las partes ajardinadas defecando y
orinando, teniendo en cuenta que es el patio de los niños del colegio y
queríamos solucionarlo antes del inicio del curso escolar.
Concretamente
en esta zona de recreo, para evitar que los gatos hagan de las suyas en las
zonas con tierra, hemos levantado un bordillo y rellenado el interior con
acolchados inertes que les sean incómodos a la pisada. Para esto, en primer lugar, se limpió y
desinfectó la zona y se tomaron medidas de la longitud del área de trabajo,
esto nos permitió calcular el material que nos hacía falta utilizar.
En
segundo lugar, se hizo una presentación de las piezas que se tenía que colocar
y se tomaron las medidas de los bloques que necesitaban ser cortados. A continuación, se retiró el sobrante de
tierra y se procedió a instalar los bloques. Con la ayuda de mortero se
quedaron fijos. Al llegar a la zona,
donde esta plantada la jacaranda, se creó un pequeño alcorque al rededor del
tronco de esta, para no tener que dañarlo y aprovechamos para poner unos
pequeños drenes.

Al
día siguiente, cuando el mortero estaba endurecido y los bordillos pegados, se
rellenó el interior con machaca gris. Pero como esto no fue suficiente para
evitar que los gatos de la zona defecaran en la machaca, se procedió a instalar
una malla de gallinero que impidiera el acceso de los felinos a la zona
vegetada.
La
segunda parte de esta actuación tuvo lugar
en la parte de abajo de la Era, la calle Cueva Santa.

También
habíamos detectado que los felinos acudían a hacer sus necesidades en dos zonas
muy concretas de este pequeño jardín y hemos optado por la instalación de
mallazo de gallinero. En este lugar, se sustituyó el acolchado preexistente por
otro nuevo, no sin antes limpiar y desinfectar exhaustivamente la zona. Aquí,
se ha tenido que cerrar completamente la jardinera, para impedirles totalmente
el acceso a los gatos evitando así los malos olores de esta zona.

Y
para finalizar, se procedió de forma similar en la parte de las escaleras de
casa Muñoz. Salvo que en este lugar se ha realizado unas perforaciones en la
malla para enclaustrar las macetas de la pequeña replaceta. Esto además de
impedir el acceso a los gatos y que caigan las macetas por el viento.
.jpeg)